lunes, 19 de enero de 2009

De Edgar Allan Poe, en el bicentenario de su nacimiento

Copia fotográfica de Poe por Oscar Halling

Y me uno a la celebración que ya algunos blogs han empezado: el aniversario 200 del nacimiento de Edgar Allan Poe, escritor, poeta, crítico literario, periodista, maestro del cuento moderno.
Teniendo como abuelo a un lector ávido de sus relatos de terror y cuentos policiacos, mi acercamiento a Poe fue temprano; a los ocho años, Los Crímenes de la Calle Morgue, La Carta Robada y El Escarabajo de Oro, eran mis favoritos. Y después siguieron cuentos como El Barril de Amontillado, El Corazón Delator, La Caída de la Casa Usher... Fue ya en secundaria, unos años más tarde, que descubrí la poesía de Poe. Mi maestra de segundo de secundaria, Miss Bandelin, nos dio a leer El Cuervo, como parte del programa de Literatura Norteamericana. Sobra decir que mi amor por Poe se fortaleció. Ha sido, sigue siendo, uno de mis autores consentidos.
No puedo evitar relacionar a Poe con mi infancia; tardes enteras en la biblioteca de mi abuelo, sentada en un banquito escuchándolo leer alguno de sus cuentos, sobresaltándome ante cualquier ruido, pero segura de que mientras estuviera con él, nada malo me ocurriría. Tal vez por eso este día se vuelve nostálgico. Tal vez por eso Poe es tan cercano a mi corazón.
Y no hay mejor celebración que redescubrirlo, leyéndolo.
Así que, a leer, a la salud del Maestro.
Keep in touch...

2 comentarios:

Ana María Laris dijo...

Quiero recordarte que The Raven era una de las poesías favoritas de Pepé. Y la declamaba excelentemente bien, se la sabía de memoria y lo recuerdo diciéndomela a mi también, cuando era muy pequeña, quizá 9 ó 10 años. Un beso.

La Lobita dijo...

Buenos recuerdos, ¿no?
Gracias por la visita.
Nos seguimos leyendo.
Un beso ;)