De comienzos extraños

Sí, el regreso a la Angelópolis fue tardío y el ajuste a la rutina me está costando trabajo, sobre todo levantarme a las 5:30 de la mañana, después de dos semanas sin preocuparme por los horarios. Y si a las desmañanadas le sumamos el frío... pues ya no sé si ponerme a llorar o de plano declararme en huelga y no salir de mi camita en todo el día. Pero me gana la dichosa responsabilidad, qué le voy a hacer, y ahora mismo me robo un tiempito para darle oficialmente la bienvenida al 2009 con este primer post del año. Uno que empieza con noticias desalentadoras --el bombardeo en Gaza, un nuevo aumento a la gasolina, la crisis financiera, por mencionar sólo algunas--. Supongo que ante este desbarajuste mundial no queda mas que agradecer lo que tenemos: salud, trabajo... en fin. Ahí le paro, que con el ánimo que me cargo este post promete convertirse en una queja interminable.
Nos seguimos viendo por acá, con mejor humor, espero.
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