viernes, 22 de agosto de 2008

De este mundo

Hay días en los que no entiendo de qué va este mundo. Vivimos en la paranoia absoluta; en una sociedad con doble moral, donde la gente vive por y para sí misma sin importar que sus acciones dañen a otros. Vivimos en un mundo de religiones podridas hasta la médula; religiones intolerantes a todo aquello que sea diferente, que se atreva a cuestionar sus directrices, a pensar de un modo contrario al suyo; religiones de curas pederastas, de venta de indulgencias (sí, en pleno siglo XXI), de fatwas absurdas. Un mundo donde los gobiernos (de cualquier color y tendencia) nos dicen qué pensar, cómo actuar y de qué manera vivir; gobiernos de instituciones corruptas, donde la justicia se vende al mejor postor. Un mundo de desigualdades sociales, de racismos exacerbados, de guerras interminables. Un mundo de bombas atómicas, de armas de destrucción masiva, de pandemias, hambre y muerte. Me pregunto si realmente hay esperanza, y si es así, si la humanidad la merece.
Hoy amanecí con una sensación de vacío, de impotencia ante lo que acontece a mi alrededor. Como decía Mafalda (o en este caso, Miguelito): "Parece que hoy será uno de esos días moviditos".
Nos estamos viendo.
Keep in touch...

No hay comentarios: