Y la rutina se apodera de las horas del día.
Y apenas si queda tiempo libre para escribir, para avanzar en la lectura.
Pero las cosas marchan...
Se vienen cambios importantes, largamente esperados.
Y justo en el mejor momento.
Es hora de dejar atrás las cargas emocionales, las culpas absurdas.
La última barrera que me detenía está a punto de caer.
Y no digo más por aquello de las supersticiones.
Ya habrá tiempo después para tocar estos asuntos.
Keep in touch...
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